sábado, 24 de octubre de 2015

Bienvenidos al IV Reencuentro de Egresados

Tal como se espera la Navidad en familia para ver a los hijos que ya no estàn en casa, el Reencuentro despierta esa ansiedad en quienes esperan a los egresados unetenses. 


* Por mi parte, a mis “hijos” les mostraré mis pinturas al óleo que vengo haciendo en mi tiempos libres desde 1982




por: Marcial Huggins


Cuando los hijos se van, por cualquier motivo voluntario o forzado, como ocurre actualmente, la familia entera se entristece; lloramos en silencio y elevamos nuestras plegarias para que todo vaya bien. Que El Santo Cristo los proteja y que logren encausar sus vidas por el camino del éxito y la prosperidad.

La ausencia es dolorosa y se amarra a los recuerdos de su terruño, pero dejó en sus últimas palabras de despedida, su promesa de regresar. Algunos sí regresan; pero, lamentablemente otros no vuelven nunca. A estos últimos los sembró el destino en otras tierras fértiles del mundo y por allá se quedaron por múltiples razones. Creo que pocos lo hayan hecho por ingratitud. De todas maneras, para los que se van y los que nos quedamos el alma se nos desgarra golpeada  por los recuerdos. El Pesebre y el Árbol de Navidad se notan como adormecidos. A pesar de tanta luz, parecen aplomados y definitivamente tristes. Sin embargo, gracias al milagro de la Internet, por minutos todo se ilumina y vemos a nuestros hijos, muchos con sus parejas e hijos…-nuestros nietos- que no hemos podido tocar y acariciar durante muchos años.

Pero como todo en la vida, la moneda tiene dos caras, y en este caso es cuando los hijos regresan. De pronto todo se ilumina y comienzan los preparativos para este reencuentro.  Los que están en el exterior avisan con meses de antelación por aquello de las reservaciones y el costo de los boletos de viaje. Comenzamos a hacer la cuenta regresiva, a veces con un año de antelación. La alegría se combina con lágrimas de emoción y comienzan los preparativos  para recibir a los ausentes. Si la estadía es en Navidades, entonces El Pesebre y el Árbol de Navidad se ilumina, de tal forma que la imaginación nos hace sentir la pólvora y los fuegos artificiales en todo su esplendor, porque ahora, no nos podemos dar ese lujo por su costo tan elevado. La mamá y la abuela, si aún vive, se esmeran en preparar los postres que le gustan al hijo(a) ausente. Torta de piña, quesillo casero, arroz con leche, dulce de hicacos y los bocadillos veleños. El Padre, si el reuma se lo permite, ayudará a pintar la casa y a buscar las morcillas, el bofe y la chinchurria en la “Esquina del Colesterol”.

Por analogía se puede intuir que el IV Reencuentro de los Egresados de la UNET, es muy parecido a la estampa vivencial descrita anteriormente. La UNET es la Alma Mater. Los profesores serán los padres. Los estudiantes serían los hermanos pequeños, sobrinos y amigos. Gracias a la milagrosa Internet se ha podido activar un gran número de entusiastas egresados que quieren volver a casa.  Por lo que dicen, están deseosos de  ver  su Universidad. Tocar sus paredes. Sentarse en las mesas y sillas que todavía se usan desde  hace 25 años. Quieren volver   a las “Cochineras”, que  guarda muchas atrevidas confidencias. Ansiosos por visitar lo que queda de los Talleres y Laboratorios. Entrar en  la Biblioteca y recorrer el Campus y los corredores de nuestras viejas edificaciones. Abrazar a sus  antiguos profesores, la mayoría canosos y jubilados, pero todavía brillantes y admirables. Pero, lo que más les atrae es juntarse y departir socialmente después de tantos años de ausencia. Relatar entre ellos, lo que ha sido la aventura de sus vidas y recordar con emoción los tiempos felices de estudiantes en su querida UNET. Para ellos eso tiene un incalculable valor que justifica todo el esfuerzo para estar presente en este inolvidable reencuentro.

Para los que aún estamos aquí, es un placer y un honor recibir a nuestros “hijos” que regresan a visitarnos. En ellos hay parte de nosotros. Le entregamos nuestros conocimientos, sin mezquindad y sin egoísmo. No solo enseñamos tecnología, sino que además  nos esforzamos en moldearlos como profesionales honestos de una sola pieza.  

En este par de días tendremos una especie de “Open House” y todos llevaremos nuestras ofrendas. Algunos cantarán música llanera, contarán chistes, tocarán instrumentos y hablarán de su vida profesional y sus aventuras.

Por mi parte, a mis “hijos” les mostraré mis pinturas al óleo que vengo haciendo en mi tiempos libres desde 1982, paralelamente con mi trabajo en la UNET. Hubiese querido presentarles una Exposición Pictórica con todas las formalidades, pero el presupuesto no alcanzó. Inclusive la mayoría de las pinturas estarán sin las cañuelas (marcos) de rigor. No se consiguen; y si las hay, el precio es prohibitivo.

Espero que les guste mi estilo naturalista simple y directo y que esta muestra contribuya a mejorar la paz interior que tanta falta nos hace en estos momentos de angustia e incertidumbre que estamos padeciendo.
    Gracias,

            MARCIAL HUGGINS Q.

10 comentarios:

  1. Por mi parte, muy agradecido profesor por sus emotivas palabras y su bienvenida a la sede de quien fue nuestra casa por más de cinco años. Muy ansioso porque llegue el tan esperado día y más sabiendo que voy a deleitarme con sus obras de arte, pues yo soy amante y practicante de la pintura al óleo. Espero que podamos dialogar un rato sobre estos tópicos que nos apasionan.

    Anibal Martino.

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  2. Gracias profesor por tan emotivas palabras. Indudablemente es la oportunidad de oro para reencontrarnos con la universidad, nuestros mentores y nuestros compañeros de estudio. Será un verdadero placer el apreciar sus obras de arte.

    Conrad Goldstein.

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  3. Gracias Padrino por tan hermosas y emotivas palabras, que Dios le siga dando esa sabiduría que la vida le premio. Sus palabras son dignas y admirables de una persona que dedicó y dedica su vida a la formación desinteresada de sus semejantes, sus alumnos que hiy siempre estaremos agradecidos con Ud. y con nuestra Universidad. Q.D.L.B. Amigo.

    Con aprecio
    GERARDO CARDENAS

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  5. Excelentes palabras Marcial. Gracias

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  6. Excelentes palabras Marcial. Gracias

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  7. Ay Marcial, no tengo palabras, solo el corazón encogido y lágrima en los ojos. Te recuerdo con mucho cariño.
    Bello escrito

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  8. Ay Marcial, no tengo palabras, solo el corazón encogido y lágrima en los ojos. Te recuerdo con mucho cariño.
    Bello escrito

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  9. Es un dolor para mi no poder acompañarles en tal galardon, soy uno de la hijos que no podré regresar a casa. El escrito me hizo recordar a esa tan inesperada despedida. Las palabras fueron muy acertadas tanto en tiempo y espacio, hoy con el uso de las redes sociales podemos estar donde y cuando quieras, pero si hace falta ese apapacho y calor que sólo el tachirense sabe dar. De corazón deseo que disfruten todo lo que puedan y se rencuentren en su casa. Prof. Marcial no podré apreciar su trabajo pero seguramente lo podré ver por redes sociales. Disfruten. Cariños para todos

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  10. Es un dolor para mi no poder acompañarles en tal galardon, soy uno de la hijos que no podré regresar a casa. El escrito me hizo recordar a esa tan inesperada despedida. Las palabras fueron muy acertadas tanto en tiempo y espacio, hoy con el uso de las redes sociales podemos estar donde y cuando quieras, pero si hace falta ese apapacho y calor que sólo el tachirense sabe dar. De corazón deseo que disfruten todo lo que puedan y se rencuentren en su casa. Prof. Marcial no podré apreciar su trabajo pero seguramente lo podré ver por redes sociales. Disfruten. Cariños para todos

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