domingo, 21 de febrero de 2021

El proceso de Democratización en la UNET

Sala de reuniones del Consejo Universitario Unet. Foto archivo: Nov. 2018 - Unet 

 ** Primera Parte: De la Dedocracia a la Consulta. 

Por: Prof. Horacio Rey



La Universidad Nacional Experimental del Táchira tuvo un nacimiento feliz; tuvo la suerte de que su primer rector fundador la consideró como su gran proyecto de vida y la quiso y cuidó dándole en todo momento los mayores cuidados posibles según su concepción válida y romántica de "hacer una universidad diferente". 

El tachirense Carlos Andrés Pérez, al asumir como presidente en su primer mandato, designó el primer grupo de autoridades: Rector: Lorenzo Monroy Coronel; Vicerrector Académico: Guillermo Márquez Angulo; Secretario General: Luis Martín Suárez. Había concepción de visión y misión, pero no había Reglamento General de la Universidad. 

El mandato no tenía fecha de vencimiento, el reto era hacer una universidad para el Táchira y el país. Muy pronto, en el mismo año 1974, el rector fundador hizo nombrar a sus decanos y sus primeros colaboradores consustanciados con sus ideas y principios; ellos fueron: Alfredo Rivas Vásquez, quien alternó entre Investigación y Docencia; Carlos Delgado Dugarte, en Extensión; Leopoldo Coronel, en Estudios; y Manuel Salas Mantilla, en Docencia.

A mediados de 1975, el profesor Marcial Ali Huggins Quintero, ingeniero mecánico formado en los Estados Unidos y con estudios de postgrado en El Reino Unido, recibe del Doctor Luis Manuel Peñalver el nombramiento como Vicerrector Académico de la UNET. El Ing. Marcial Huggins se desempeñaba como profesor en el Instituto Universitario Politécnico de Barquisimeto; también es hijo de una valiente y reconocida dirigente adeca en el Táchira, la señora Cora de Huggins. 

En el mismo año 75, el Licenciado Arnulfo Lobo, llega a la UNET, y se crea el cargo de Vicerrector Secretario, eliminándose la Secretaría General. Así, para el inicio de 1976, el nuevo equipo rectoral está conformado por Lorenzo Monroy, Marcial Huggins y Arnulfo Lobo.

A finales del año 76, el Licenciado Lobo que no se sentía muy cómodo en la terna rectoral, renuncia a la Unet y transitoriamente asume como Vicerrector Secretario el Dr. Alfredo Rivas Vásquez. Esta transitoriedad persiste hasta que el Ingeniero agrónomo Rafael Pérez Levy consigue ser nombrado, en Caracas, como autoridad de la UNET. Era el año 1977, el partido Acción Democrática (AD) tenía la presidencia de la república y el gobierno de la UNET era claramente adeco.

En septiembre de 1977, el profesor Huggins solicita un hombre de su entera confianza para responsabilizarse del decanato de docencia. Esta designación recae en el profesor Amancio Rodríguez Mondelo, quien acababa de ganar la reelección como presidente en la segunda Junta Directiva de APUNET. El profesor Amancio se posesiona como decano de docencia y el profesor Humberto Acosta, quien había sido electo como vicepresidente en APUNET, asciende a la presidencia. 

En diciembre de 1978, el partido COPEI con el Dr. Luis Herrera Campins, gana la presidencia de la república. Se posesiona en marzo de 1979. El país era verde ahora. ¿No debería colorearse la UNET en sus autoridades? La respuesta no tarda mucho. Surge el conflicto estudiantil con un apoyo grande de un buen número de profesores; por este problema, el rector Lorenzo Monroy se ve obligado a renunciar, al constatar que su sueño de hacer una universidad diferente en donde el factor político fuera irrelevante, era imposible.

En septiembre de 1979, Jorge Francisco Rad Rached, el otrora gobernador del estado Táchira bajo la presidencia del Dr. Rafael Caldera y ahora profesor de la Universidad de Los Andes, fue nombrado Rector de la Universidad Nacional Experimental del Táchira.

El rector Rad, comenzó a conformar su propio Consejo Universitario cuando en mayo de 1980, recibió a su decano estrella: el ingeniero Humberto Acosta en el decanato de Extensión, en sustitución del periodista Carlos Delgado Dugarte; también entró el Ingeniero agrónomo Luis Ramírez, en sustitución del profesor José Ramírez Martínez, en el decanato de Investigación. Posteriormente, al cumplirse los lapsos para los cuales fueron nombrados los dos vicerrectores, se terminó de conformar el equipo rectoral del Dr. Rad con el Licenciado Pedro Rosales, como Vicerrector Administrativo y el profesor Instructor Francisco Mijares, como Vicerrector Académico.

El camino a la democratización unetense


Aun cuando la dedocracia funcionaba y era institucionalmente aceptada, las siguientes convicciones calaron muy profundamente dentro de quienes para esa época hacíamos vida académica en la institución: 
1) Nunca más permitiríamos que un rector fuese escogido por el ejecutivo nacional fuera del entorno profesoral de la UNET. 
2) Nuestras capacidades y nuestra entrega a la Unet nos habilitaban para aspirar a cualquier cargo en el cual nos sintiéramos competentes.

En septiembre de 1983, en el último año de gobierno del Dr. Luis Herrera, el Dr. Rad Rached es nombrado por cuatro años más. Sin embargo, sus vicerrectores no pudieron ser nuevamente nombrados, pues ya su periodo de vencimiento se produjo bajo el mandato del Dr. Jaime Lusinchi y la alternancia era alternancia; otra vez la otra cara de la guanábana debía imponerse. El 16 de febrero de 1985 culmina el periodo de los profesores Pedro Rosales, en el Vicerrectorado Secretaría y Francisco Mijares en el Vicerrectorado Académico. Inmediatamente, el Ministerio de Educación nombra sus sustitutos respectivamente en los nombres de los profesores Alejandro López Rodríguez y Joaquín Rodríguez.  

En 1985, el Vicerrector Académico: Prof. Joaquín Rodríguez, se encarga del rectorado Unet.

Como siempre sucedió en la UNET, quienes estaban a la espera del cambio no tenían mucha paciencia y así como podía surgir un conflicto estudiantil, podía surgir también un nuevo reglamento general insoportable para la dignidad de un rector universitario. Y esto le sucedió al rector Rad, el 21 de noviembre de 1985 apareció promulgado en la Gaceta Oficial 33355 el Nuevo Reglamento General de la UNET. Un día después, el Dr. Rad firma una resolución encargando del rectorado al Vicerrector Académico Joaquín Rodríguez.

El nuevo reglamento contemplaba un cambio en las estructuras de mando: el vicerrectorado secretaría se reemplazaba por un Vicerrectorado Administrativo y una Secretaría; para estos dos últimos cargos Caracas designó respectivamente a los profesores Fernando Ibarra y Ramón Martínez. En tanto, el profesor Joaquín Rodríguez hizo más efectivos y mejores contactos, que los realizados por el profesor Marcial Huggins; así, se hizo nombrar rector por el resto del periodo no concluido por el Dr. Rad.

A esta tripleta de autoridades se unió, cuatro meses después como vicerrector académico, el profesor Joaquín Oquendo, quien finalmente dejó el cargo del representante del ministro en manos del profesor Luis Remigio Chacón, para asumir su rol de autoridad designada.

Caracas con la decisión final para ser autoridad


El movimiento por el lado de las autoridades a los decanatos también tiene su historia y evolución:

En resolución rectoral #69 del 18-9-81 el rector Rad nombra al Dr. Manuel Pérez Rodríguez, decano de extensión encargado, por permiso concedido al profesor Humberto Acosta. Por resolución #109, del 2-9-82, el mismo rector Rad, restablece el decanato para el profesor Acosta.

Con la resolución 119 del 1-2-83, el rector Rad designa como decano de docencia al profesor Trino Gutiérrez, en sustitución del profesor Alfredo Rivas Vásquez.

Con la resolución 128 del 11-4-83, el rector Rad nombra decano de investigación al profesor Ricardo López Rodríguez.

El 11-9-84 en la resolución 149, el rector Rad nombra al profesor Miguel Useche, como decano de Extensión.

El 20-3-86, el rector Joaquín Rodríguez, presenta en el Consejo Universitario a los nuevos decanos que ya tenían conseguido un nombramiento del ministerio: en docencia, Gamaniel Rosas; en estudios, Nelson Noguera; en extensión, Eddy Hernández; en investigación, Ricardo Porras.

Quien se sometía al proceso de optar por un decanato, indudablemente que tenía que estar en muy buenos términos con el rector y otras autoridades; además, por supuesto, tener un aval y venia política que permitiera la designación final a nivel de Caracas. Este sometimiento implicaba un extenso lobby a los políticos locales, desplazamientos a la capital para hacer un seguimiento, y dejar en buenas manos la toma final de la decisión.

El último trimestre de 1987 marca un hito importante en el proceso de democratización unetense: el periodo del profesor Joaquín Rodríguez se ha vencido y para 1988 deberá haber un nuevo rector. El profesor Joaquín aspira a la reelección, pero también aspira el profesor Huggins. Ambos son compañeros de partido. El profesor Joaquín tiene la ventaja de estar en el rectorado, pero el profesor Huggins tiene un gran apoyo en Carlos Andrés Pérez (CAP) que para este tiempo ya se perfila como un muy posible sucesor del Dr. Jaime Lusinchi en la presidencia de la república. La puja es fuerte y la balanza no se inclina por ninguno de los dos. 

Los candidatos resuelven someterse a una consulta patrocinada por APUNET; la misma se lleva a cabo, participan los profesores Marcial Huggins, Joaquín Rodríguez, Eduardo Santos Castillo y Milagros de Vivas. La consulta es ganada por el profesor Huggins y esta carta se convierte en su mejor aval ante las instancias pertinentes en Caracas. 

En enero de 1988 el ingeniero Marcial Huggins preside el Consejo Universitario de la UNET como su rector presidente.

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