La huelga estudiantil de 1979

Al muy corto plazo de finalizada la huelga nombran al Dr. Jorge Francisco Rad Rached como rector de la UNET. Foto: Diario La Nación

 ** El conflicto estudiantil, apoyado por un mayoritario sector del profesorado, trajo como consecuencia, la pérdida de un semestre académico.

Por: Prof. Horacio Rey

Los antecedentes de la huelga

El decreto de creación de la Universidad Nacional Experimental del Táchira se dio el 27 de febrero de 1974, ya en las postrimerías del gobierno del Dr. Rafael Caldera. El primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, iniciado en marzo de 1974, le dio el apoyo a dicho decreto y lo materializó mediante el nombramiento de sus autoridades: el rector, el Profesor Lorenzo Monroy; el vicerrector académico, el médico veterinario Guillermo Márquez Angulo y, el vicerrector secretario, Luis Martin Suarez. En julio de 1975, el ingeniero Marcial Huggins es nombrado vicerrector académico en sustitución del profesor Márquez Angulo y, a principios de 1977, el ingeniero agrónomo Rafael Pérez Levy asumió como vicerrector secretario; en ese cargo estaba desempeñándose transitoriamente el Dr. Alfredo Rivas Vásquez, a partir de la renuncia del Licenciado Arnulfo Lobo, quien, a su vez, había sustituido al profesor Luis Martin Suárez. Con este grupo de autoridades la UNET llegó al marzo de 1979, fecha en la cual el Dr. Luis Herrera Campins asumió la Presidencia de la República. 

El cuerpo de decanos, durante estos años, estuvo conformado por: Carlos Delgado Dugarte, al frente del decanato de extensión; Leopoldo Coronel Ocanto, en el decanato de Estudios; Manuel Salas Mantilla y luego Amancio Rodríguez Mondelo, en el decanato de Docencia; y Alfredo Rivas Vásquez y José Ramírez Martínez; en el decanato de Investigación.

Puede decirse que Lorenzo Monroy no era hombre de partido, pero se le percibía ser más afecto a AD que a COPEI; aunque el vicerrector Huggins era el hijo de Doña Cora de Huggins, una de las mujeres adecas de mayor liderazgo en el Táchira, la gestión de contratación de profesores, para la puesta en marcha de las carreras académicas de la UNET, no estuvo signada por el partidismo irreflexivo y ciego. 

Prof. Marcial Huggins, Secretario Unet período: 1978-1980; posteriormente fue rector.

En honor del profesor Huggins, debe decirse que no desperdiciaba ningún talento académico que tocara puertas a la institución, independientemente de la afinidad política que tuviese. Pareciera que en esta época se respetó bastante la pauta marcada por el Dr. Ramón J. Velásquez cuando, en los primeros Consejos Directivos de la UNET, decía: “La selección del cuerpo de profesores debe ser lo más rigurosa posible, sin entrar en consideraciones ni de tipo gremial ni de tipo partidista ni de tipo familiar”.  

Por supuesto, los cargos de confianza como Jefaturas de Departamento, de Secciones administrativas y otras, eran generalmente asignados por la interacción conjunta de los profesores Rafael Pérez Levy, Marcial Huggins y por la influencia que siempre existía de lo que en esa época se denominaba: la fracción del partido blanco. El problema era que para marzo de 1979, también había una fracción del partido verde que ya estaba en posesión del gobierno nacional y que ahora también ejercía una presión política para que las cosas empezaran a cambiar en la Universidad Nacional Experimental del Táchira, tal y como era costumbre en la realidad política de Venezuela, en cuanto a la alternabilidad democrática de entonces.

La huelga de 1979 y la evaluación de la UNET

La universidad se paralizó por varios meses en 1979 por exigencias de la dirigencia gremial estudiantil liderizada por el presidente del Centro de Estudiantes bachiller Luis Vargas (+) y secundada por otros líderes como Carlos Canelón, de la carrera de Zootecnia; Santiago Torras, de Agronomía; Matías Morontas, de agronomía; Euclides Sandoval, de Ingeniería Industrial y José Luis Betancourt, también de Zootecnia.

Las exigencias estudiantiles en un principio fueron dirigidas a aspectos específicos como la inexistencia de unidades de transporte; estas pronto fueron capitalizadas por impacientes sectores profesorales que supieron canalizar, a través de la APUNET, para esa época bajo la presidencia del licenciado Antonio Valero, la vicepresidencia del profesor Francisco Mijares y la habilidosa ayuda, en estrategias políticas, de un vocal, como lo era el profesor Humberto Acosta. 

Ahora, bajo la óptica de la APUNET, se produjo el siguiente diagnóstico elaborado por diversas comisiones, con la participación de profesores y estudiantes.  La síntesis de este trabajo, fue elaborada por una comisión redactora, coordinada por el profesor Manuel Pérez Rodríguez y con la participación de los profesores: Jane Baltra, Luis Chacín, José Méndez Mora, y Rafael Serrano Sarmiento; la misma fue presentada así:

 

En cuanto a Políticas Institucionales : 

a) La regionalidad, que supone el estudio de los fenómenos fronterizos; la colaboración activa en la búsqueda de soluciones para los problemas sociales, económicos y políticos derivados de la situación fronteriza; la contribución al logro de los objetivos y metas del pacto subregional andino; la creación de un subsistema regional de educación superior; la liderización de planes y proyectos de investigación regional, y el establecimiento de acciones interinstitucionales con los sistemas regionales de educación superior del Zulia, los Llanos Occidentales, del Noreste Colombiano, de la ULA Táchira y Mérida. 

A pesar de la existencia del Centro de Estudios Regionales adscrito al decanato de extensión, y de existir un proyecto de creación del Centro de Información Tecnológica, adscrito al decanato de Investigación, no se han satisfecho las expectativas de la regionalidad con la celeridad del caso. 

b) El tamaño de la UNET, no se corresponde con las expectativas del PID que para 1980 suponía un estimado de 3200 alumnos. 

c) El liderazgo de la UNET en el sistema regional de educación es inexistente. 

d) La labor de extensión universitaria, no se ha compenetrado con programas y proyectos de trascendencia regional relacionados con el desarrollo agropecuario y agro industrial, así como del desarrollo minero industrial y de la industria metal mecánica. 

En conclusión, a la luz de los objetivos preliminares considerados en el diseño y la organización de la UNET, y sintetizados en la concepción de una Universidad fundada para afrontar las necesidades del desarrollo del Táchira, se deduce que la Institución está muy distante de haber cumplido con tales lineamientos y directrices.

En cuanto a las actividades docentes se hace imprescindible una evaluación en todos sus aspectos, especialmente Ciclo Básico, Sistema Experimental de Estudios Dirigidos (SEED) y carreras académicas existentes. A manera de ejemplo, se concluye que el SEED ha tenido dos tipos de fallas principales: poco respaldo académico y financiero y apresuramiento en su puesta en marcha. También se hace ver que, según criterio unánime de los responsables, no es experimental su aplicación, implicando por lo tanto que se ha olvidado la filosofía misma del sistema no formal de búsqueda de eficiencia del sistema educativo.

En cuanto a las actividades de Investigación, no hay una estructura académica y administrativa que opere en armonía con la dinámica misma del proceso de investigación. Además, la universidad aún, no tiene la capacidad de respuesta para participar en estudios que conduzcan al planeamiento del desarrollo cultural, social y económico de la región. 

En cuanto a la Extensión, la universidad tiene todavía una expresión muy precaria, ha sido subestimada y se ha orientado fundamentalmente al área artístico-cultural, descartando algunas propuestas de la comunidad universitaria por falta de recursos o como consecuencia de censuras políticas o ideológicas por parte de las autoridades.

El proceso de diagnóstico de las comisiones de la APUNET continuaba con señalamientos sobre algunos aspectos administrativos y gremiales que ameritaban que fueran revisados en la crisis: normativas internas, reclutamiento y selección de personal, clasificación de personal, plan médico asistencial, vivienda, preescolar.

El excelente trabajo de las comisiones de la APUNET fue en realidad una evaluación de la Universidad, sus logros y carencias, en sus escasos cinco años de vida para esa fecha. Se reconocían muchos logros, pero se quería que todo estuviera ya en el estado ideal de lo planificado o declarado como principio.

Los resultados de la huelga

Por supuesto, que hubo enfrentamientos entre grupos de profesores impacientes, que querían cambios globales y radicales sobre la concepción y la administración de la universidad, con otros grupos de profesores que reconocíamos la necesidad de mejorar algunos procesos y situaciones, pero que nos sentíamos orgullosos y admirados de los excelentes logros alcanzados en tan poco tiempo de vida de la UNET. 

Prof. Juan Jiménez, pionero con su programa universitario radial.

Había piquetes de los primeros grupos, que recorrían las instalaciones universitarias gritando la consigna: “esos son… esos son… los que joden la nación...”. Y en el segundo grupo había otros, muy elocuentes y valientes, como el profesor Juan Jiménez, que manifestaba en asambleas que lo que él encontraba en la UNET “era un conjunto de buenas realizaciones, muy difíciles de encontrar en otras instituciones universitarias venezolanas”.

El conflicto estudiantil, apoyado por un mayoritario sector del profesorado, trajo, como consecuencia, la pérdida de un semestre académico y, a muy corto plazo, se vieron los siguientes resultados: 

- La renuncia del profesor Lorenzo Monroy, 

- La creación de un servicio de transporte estudiantil 

- La consecución de algunas promesas sobre mejoras en asuntos de bienestar estudiantil

- El nombramiento del Dr. Jorge Francisco Rad Rached como rector de la UNET.

Muchos profesores, tal vez una minoría para esa época, pensamos que los sueños del Profesor Monroy, habían sido abortados precipitadamente...