lunes, 9 de noviembre de 2015

La creaciòn de la Parroquia Universitaria del Divino Maestro



por: Carlos Pardo


El génesis de esta parroquia ha sido muy peculiar, producto de una serie de inquietudes y motivaciones que se fueron gestando desde la Unidad de Orientación de la Universidad Nacional Experimental del Táchira, y que por intercesión de la “DIVINA PROVIDENCIA”, se dio la feliz coincidencia de la participación del Rector Humberto Acosta Rivas.

A mediados de la década de los 80, desde la Unidad de Orientación de la Universidad, las licenciadas Rosalba Bortone y Leonor Romero de Pardo, tuvieron la oportunidad de compartir experiencias e inquietudes que fueron dándole forma a la idea de crear un oratorio, en gran parte motivadas por el frecuente pedimento de los alumnos atendidos en esa Unidad, de poder contar con un lugar de recogimiento y meditación.

Corría el año 1989 y las inquietudes fueron tomando cuerpo; las experiencias obtenidas por cada una de estas profesoras en su tránsito por la universidad en su formación profesional, y de la perseverante inquietud de los estudiantes de la UNET, las motivaron a buscar consejo y asesoría con el padre Rincón, perteneciente a la prelatura del Opus Dei, que frecuentaba la Universidad para tener contacto con los alumnos , a los cuales orientaba a través de charlas, brindándoles asistencia y orientación en términos morales y religiosos, de estas conversaciones surgió la idea de promover una capilla universitaria.

En un principio contaron con gran apoyo de la Lic. Ernestina Angulo, para aquel momento Coordinadora de Bienestar Estudiantil, que las orientó en la logística para la toma de decisiones, y de la Lic. Carmen Teresa Alcalde Coordinadora de Extensión Socio Cultural; este cuarteto de damas se propuso llevar a feliz término la consolidación de la Capilla Universitaria, y para ello elaboraron una encuesta que fue aplicada a estudiantes, empleados administrativos, obreros y profesores, en la cual se solicitaba la opinión en cuanto a la necesidad o no de crear un ambiente destinado a la oración y al recogimiento, como capilla católica.

A pesar de que dentro del conglomerado de la Universidad, conformado por un universo amplio de pensamientos y credos, que generaron opiniones en contra de esta encuesta, se lograron recaudar más de trescientas firmas dando su apoyo a esta propuesta; toda esa documentación fue dada a conocer a las autoridades en busca de respaldo, pero no tuvo acogida.

Pasado algún tiempo se presentó una coyuntura muy singular, el 17 de febrero de 1992, asume el rectorado de la Universidad el profesor Humberto Acosta Rivas y en sus palabras en el acto administrativo, previo al acto académico, hace un anuncio muy singular, de que se proponía en su gestión lograr una capilla para la Universidad, curiosamente este anuncio lo hacía en total desconocimiento de las acciones que se habían desarrollado con antelación a nivel de la comunidad.

Dentro de los presentes a ese acto se encontraba el señor Obispo de la Diócesis Monseñor Marco Tulio Ramírez Roa, quien meditando muy bien las palabras del Rector le ofreció todo su apoyo, y encomendó al padre José Laureano Ballesteros, de que observara las características y particularidades internas de la Universidad, que garantizaran las condiciones necesarias para la creación de una Parroquia Universitaria; esto dio origen a una serie de reuniones en el Palacio Episcopal, que dieron fruto posteriormente.

Al interior de la Universidad, el rector Acosta Rivas encargó a la profesora Magaly Chacón, asesora del rectorado en ese momento, para que se encargara de todo lo concerniente a la concreción de la idea de la capellanía.

Pasado algunos meses el Rector Acosta Rivas, recibió la gratísima noticia del señor Obispo, de que la Santa Sede veía con buenos ojos la creación de una Parroquia Personal al servicio de los profesores, alumnos, personal administrativo y obreros de la Universidad Nacional del Táchira.

El 07 de octubre de 1994, monseñor Marco Tulio Ramírez Roa, emite el decreto de creación de la Parroquia Eclesiástica Universitaria del “DIVINO MAESTRO” de la Universidad Nacional Experimental del Táchira.

A este DECRETO se le dio lectura el 11 de octubre, en la misa solemne inaugural de la nueva Parroquia Eclesiástica, que presidió el Obispo Marco Tulio Ramírez Roa, en el auditorio “B” de la Biblioteca de la Universidad; dentro de uno de los articulados del DECRETO, aparece la designación como primer párroco el Presbítero Licenciado José Laureano Ballesteros Blanco.

Pasado un tiempo el rector Acosta Rivas, viajó a España para tratar asuntos concernientes a la Universidad, y aprovechó la oportunidad para visitar Roma para solicitar una audiencia con el Papa, para darle información sobre la creación de la Parroquia Universitaria y solicitarle su colaboración, audiencia que no fue posible, pero pudo entregar su solicitud al Secretario; cual habría de ser su sorpresa cuando meses después, ya fallecido Monseñor Marco Tulio, recibió una visita de Monseñor Baltazar Porras, que iba con la encomienda de entregar un donativo enviado por la Santa Sede para la Parroquia del DIVINO MAESTRO.

La intensa labor emprendida por el padre Ballesteros, dio origen a la Pastoral Universitaria, conformada por un nutrido grupo de estudiantes de distintas disciplinas dentro de la Universidad, que propician una serie de acciones en bien de la comunidad universitaria y de actividades externas de ayuda y orientación a través de las misiones; participando en la catequesis de preparación de primeras comuniones de los hijos de profesores, empleados administrativos y obreros, e incentivando a la participación de retiros espirituales para los bachilleres de la UNET y de la ULA.

Siguiendo lineamientos del señor Obispo de la Diócesis, Mario del Valle Moronta, en febrero de 2014 toma posesión, como nuevo párroco, el Presbítero Sergio Suarez, muy vinculado a la Universidad y conocedor de su realidad interna, en su tránsito por las aulas como alumno de ingeniería mecánica, graduado el año 2007; el cual sigue los pasos de su predecesor en el cuidado y orientación de la grey universitaria como buen pastor, especialmente en lo referente a la Pastoral Universitaria, que tantos frutos ha cosechado a lo largo de su existencia.

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